Autor: Dibesfer
El nuevo profesor sustituto de literatura entró al auditorio. Vestía un clásico traje americano color ocre con parches amarillos en los codos. Parecía estar muy ajetreado y nervioso mientras colocaba de forma caótica sobre la mesa todos los libros que llevaba consigo.
Entretanto, sin mirar a sus nuevos alumnos, se presentó solemnemente con un discurso dejando a todos boquiabiertos.
- Cuéntenme historias, y no se entretengan en los detalles nimios, denme giros de trama y explosiones gigantes, reflejen en sus personajes mis angustiadas esperanzas, que gesticulen y se estremezcan de añoranza, que disfruten lo que yo ya no disfruto, que repitan en distintos tonos y melodías lo
bonito que es vivir para que no me canse de oirlo.
Y gracias de antemano, porque no se lo agradeceré después, sigo buscando historias, tal vez alguna me dé lo que necesito y no lo que digo querer. -
El nuevo profesor sustituto de literatura entró al auditorio. Vestía un clásico traje americano color ocre con parches amarillos en los codos. Parecía estar muy ajetreado y nervioso mientras colocaba de forma caótica sobre la mesa todos los libros que llevaba consigo.
Entretanto, sin mirar a sus nuevos alumnos, se presentó solemnemente con un discurso dejando a todos boquiabiertos.
- Cuéntenme historias, y no se entretengan en los detalles nimios, denme giros de trama y explosiones gigantes, reflejen en sus personajes mis angustiadas esperanzas, que gesticulen y se estremezcan de añoranza, que disfruten lo que yo ya no disfruto, que repitan en distintos tonos y melodías lo
bonito que es vivir para que no me canse de oirlo.
Y gracias de antemano, porque no se lo agradeceré después, sigo buscando historias, tal vez alguna me dé lo que necesito y no lo que digo querer. -
Los alumnos sintieron que este extraño nuevo profesor venía con mucho material para enseñar. Todos aquellos alumnos que acudían a esa clase con la ferviente vocación de contar o estudiar historias se sintieron íntimamente aludidos y motivados a prestarle toda su atención.
- Don Quijote de la Mancha, el Señor de los anillos, Harry Potter, la Biblia, el libro rojo de Mao, éstas son algunas de las obras escritas más leídas y difundidas de la historia humana, ¿quién realmente quería esas historias, y quién las necesitó? ¿Todos? Tal vez. Por eso estamos aquí. - Comenzó la lección.
Fer Minero - 06 de febrero de 2018
